La edificación cuenta con una estructura de muros de carga, con forjados unidireccionales resueltos con viguetas de madera. La cubierta es inclinada a dos aguas con teja cerámica curva como material de cubertura. La tabiquería interior se compone de ladrillo hueco de 4 o 7 cm. de espesor, con enlucidos de pasta de yeso, y alicatados en los locales húmedos. Los cerramientos exteriores se acaban con enfoscados pintados o encalados, de baja calidad. Los revestimientos, sanitarios, instalaciones y carpintería interior no son recuperables para otros usos actualmente. Al haber quedado desocupada la vivienda, se ha producido una situación irreversible de abandono y deterioro, por lo que se encuentra en un muy mal estado de conservación. Esta situación se percibe ya en la propia fachada, donde se observan fuertes desplomes, elementos apuntalados, desconchamiento de elementos constructivos… pero sobre todo se observa al acceder a la vivienda, pues en ella nos encontramos humedades de las zonas bajas de los cerramientos, hundimiento de los pavimentos, exceso de flecha en los forjados y el derrumbamiento de un paño tanto de la cubierta como de los forjados de planta. |