Caserío de Benacancil |
villa_savoye_imagen_corporeidad_espacio_e_intencion.pdf | |
File Size: | 1777 kb |
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Autores:
GARCÍA GÓMEZ, Miguel Ángel. Arquitecto.
VIDAL MIRA, Miguel. Arquitecto.
GARCÍA GÓMEZ, Miguel Ángel. Arquitecto.
VIDAL MIRA, Miguel. Arquitecto.
Bibliografía:
SBRIGLIO, Jackes. Le Corbusier. La villa Savoye. Birkhäuster: Fondation Le Corbusier, 1999.
ISBN 0817658076; 3764358076.
BAKER, Geoffrey H. Le Corbusier. Gustavo Gili. Barcelona, 2000. ISBN 842521808X
TZONIS, Alexander. Le Corbusier: Análisis de la forma. Thames & Hudson. London, 2001. ISBN 0500283192.
BOESIGER, W, GIRSBERGER, H. Le Corbusier 1910-65. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. ISBN 8425213169.
FRANKL, Paul. Principios fundamentales de la historia de la arquitectura: El desarrollo de la arquitectura europea 1420-1900. Gustavo Gili. Barcelona, 1981. ISBN 9788425210549.
SBRIGLIO, Jackes. Le Corbusier. La villa Savoye. Birkhäuster: Fondation Le Corbusier, 1999.
ISBN 0817658076; 3764358076.
BAKER, Geoffrey H. Le Corbusier. Gustavo Gili. Barcelona, 2000. ISBN 842521808X
TZONIS, Alexander. Le Corbusier: Análisis de la forma. Thames & Hudson. London, 2001. ISBN 0500283192.
BOESIGER, W, GIRSBERGER, H. Le Corbusier 1910-65. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. ISBN 8425213169.
FRANKL, Paul. Principios fundamentales de la historia de la arquitectura: El desarrollo de la arquitectura europea 1420-1900. Gustavo Gili. Barcelona, 1981. ISBN 9788425210549.
LOS CUCOS DE LA SIERRA DE ENGUERA
construcciones adaptadas al clima
La arquitectura bioclimática es aquella que se adapta al medio, al lugar donde se desarrolla. Este capítulo trata de analizar en qué medida ocurre esto con los cucos, edificaciones que forman parte de nuestra tradición agrícola. No hablamos de arquitectura ecológica, pues entendemos la arquitectura como espacios reservados para el hombre, espacios pues donde excluimos a la naturaleza. Lo que sí podemos hacer es hablar de una arquitectura más o menos dañina con el medio ambiente.
Proceso metabólico
Nuestro cuerpo necesita en todo momento regular su temperatura, es lo que llamamos proceso metabólico:
Energía calórica generada = Energía calórica transmitida
Este proceso es absolutamente necesario para la vida. La energía la incorporamos a nuestro cuerpo a través de los alimentos, y la transformamos en calor a través de la actividad. La transmisión de ese calor al ambiente dependerá de la actividad que estemos realizando y de algunas características del ambiente (temperatura, humedad...).
La adaptación del hombre
El hombre ha aprendido a hacer frente al clima cuando éste no le es favorable. Ante una sensación de calor o de frío y ya sea consciente o inconscientemente, tratamos de regular nuestra temperatura. Así ocurre ante un aumento de la temperatura (reducimos nuestra actividad para así generar menos calor, evitamos ganancias solares buscando la sombra, buscamos corrientes de aire, nos quitamos ropa, la sangre circula lo más cerca posible de la superficie tratando así de aumentar la transmisión de calor por convección...), o ante una disminución de esta (tratamos de aumentar nuestra actividad, generando así más calor, buscamos lugares soleados y evitamos el viento, nos ponemos más ropa, nuestros músculos producen movimientos rítmicos para generar calor (tiritamos), la sangre circula por el interior del cuerpo, reduciendo así la transmisión de calor por convección a través del aire (vasoconstricción)…).
Refugios
Las construcciones del hombre son refugios frente a la incertidumbre exterior. Hay que pensar que fuera de los muros se alternan noche y día, frío y calor o viento y calma. Estos edificios son levantados pues como refugios frente a la lluvia, el viento, la temperatura… El ambiente exterior que nos rodea (atmósfera respirable, terreno, energía procedente del sol...) puede sernos perjudicial o beneficioso. El hombre, valiéndose de sus sentidos, analiza las condiciones externas y trata de corregirlas en la medida en que lo necesita para poder desarrollar sus actividades. Así, la especie humana ha conseguido poblar gran parte del planeta gracias a su capacidad para modificar las condiciones climáticas exteriores. Es decir, ha sido capaz de adaptar sus edificaciones a los diversos climas existentes en el planeta, desde los cálidos y secos del desierto a los fríos que tienen lugar el las zonas de elevada latitud cercanas a las regiones polares. A causa de esto, el hombre ha perdido su capacidad para vivir al exterior.
El origen
Diversos son los testimonios que muestran como las poblaciones nómadas se refugiaban en cuevas, cuando las encontraban, o construcciones con pieles, ligeras para su transporte. El periodo Neolítico supuso el acercamiento a una forma de vida más sedentaria. Es en esta etapa cuando las comunidades comienzan a producir sus alimentos, y esto lleva a los grupos humanos a asentarse en un lugar determinado. Así pues, en el Neolítico se levantarán construcciones estables en lugares apropiados para el cultivo y el pastoreo.
Adaptación
Poco a poco, los asentamientos humanos han sabido adaptar sus construcciones al clima de manera que, incluso hoy en día, la arquitectura tradicional se utiliza como referencia a la hora de acondicionar un espacio sin recurrir a sistemas artificiales.
Tradición
Nuestros cucos son pequeñas edificaciones de piedra caliza dispuestas de manera dispersa a lo largo y ancho del valle de Enguera, en las zonas agrícolas que se encuentran a una considerable distancia del municipio. Normalmente se encuentran en pequeñas fincas de secano.
El clima mediterráneo
El clima de esta zona es el conocido como clima mediterráneo. Se trata de un clima templado en el que se presentan acusados cambios de condiciones a lo largo del año. No sufrimos la intensa humedad de los climas tropicales, o el frío de las regiones polares. El problema básico de este clima no es su dureza, sino su variabilidad. Se alternan inviernos fríos, con mayor o menos humedad, con veranos cálidos, también con humedad cambiante. Además, en primavera y otoño los problemas de frío o calor se separan por breves espacios de tiempo. Es por ello, que la arquitectura popular en el mediterráneo incorpora sistemas flexibles de acondicionamiento climático, como pueden ser: aberturas practicables para permitir o no la ventilación, elementos de sombra que permitan o no el paso de la radiación solar…
Utilización
Conocer el uso que se va a dar a un recinto es importante, ya que no es lo mismo acondicionar un espacio para dormir durante una fría noche que para comer una tarde de verano. El caso de los cucos es singular, pues no se trata de edificaciones hechas para ser habitadas de forma continuada. En su mayoría son refugios donde resguardarse de una tormenta, dormir si las tareas del campo se alargan demasiado… En todo caso, de tener lugar una hipotética ocupación continuada, esta sería durante un breve periodo de tiempo.
Características formales
Por lo que respecta a su forma, los cucos guardan una geometría que recuerda sensiblemente a los iglúes de los esquimales. A poco que lo pensemos, nos daremos cuenta de que esto no es casualidad.
En los climas con temperaturas extremas es muy frecuente recurrir a soluciones semiesféricas, minimizando así la superficie en contacto con el exterior y evitando de esta manera las excesivas ganancias o pérdidas caloríficas. En nuestro caso, el calor almacenado durante el día tardará más en disiparse al exterior, permitiendo que la estancia permanezca caldeada para pasar la fría noche.
Además, por economía de medios, el material que hay más a mano es la piedra caliza. Si no queremos cortar y transportar vigas de madera hasta el punto de construcción la estructura idónea es una cúpula.
En los climas con temperaturas extremas es muy frecuente recurrir a soluciones semiesféricas, minimizando así la superficie en contacto con el exterior y evitando de esta manera las excesivas ganancias o pérdidas caloríficas. En nuestro caso, el calor almacenado durante el día tardará más en disiparse al exterior, permitiendo que la estancia permanezca caldeada para pasar la fría noche.
Además, por economía de medios, el material que hay más a mano es la piedra caliza. Si no queremos cortar y transportar vigas de madera hasta el punto de construcción la estructura idónea es una cúpula.
Orientación
La orientación al sol no es un factor especialmente importante en construcciones que constan de una única sala. Sin embargo, se puede observar como algunos cucos presentan hornacinas en los muros. Son pequeñas alacenas que, orientadas a norte pueden disfrutar de un ambiente más fresco y húmedo.
Ventilación
La carencia de huecos en los cucos, a excepción de la puerta de acceso, indica que la ventilación de estos no preocupaba a sus usuarios. Realmente es una medida muy útil frente al frío. Cabe indicar que la temperatura natural del cuerpo humano varía entre los 36 ºC y los 37ºC. Por tanto, mientras la temperatura del aire no supere los 37ºC (lo cual es muy habitual en la región mediterránea), el aire será contraproducente, pues dará mayor frescor al espacio.
Materialidad
Por lo que respecta a su construcción, cabe indicar que el material utilizado, la piedra caliza, es un material con mucha inercia térmica. Nuevamente, una correcta medida frente al frío. Para que lo entendamos bien, se trata de un material con fuerte capacidad de almacenamiento de calor. Un material al que le cuesta mucho reaccionar frente a los cambios de temperatura. De esta manera, la piedra almacena calor durante el día y actúa como un radiador natural durante la noche.
Microclima
Otro de los aspectos a considerar desde el punto de vista del acondicionamiento del espacio es el tratamiento del entorno inmediato. Pérgolas, pozos o aljibes, elementos vegetales u otros elementos pueden producir fuertes variaciones en el microclima que rodea al recinto.
Conclusiones
Nuestros antepasados tuvieron que valerse de su ingenio para solventar determinados problemas relacionados, en este caso, con actividades agrícolas y ganaderas.
Carecían de los eficientes sistemas de transporte y carga que hoy utilizamos. Así, conforme la distancia al pueblo se hacía más grande, crecía la necesidad de poseer un refugio donde poder pasar la noche y evitar así tener que hacer pesados viajes a la población. Los cucos que nos han dejado sembrados en el fértil valle de Enguera suponen ahora un importante legado.
Desde el punto de vista bioclimático, estas construcciones son eficientes para hacer frente al uso para el cual han sido levantadas: refugiarse de la fría noche. Evitan las molestas corrientes de aire y se construyen con el material que hay más a mano, la piedra caliza. Son así refugios económicos cuya construcción no requiere transportar materiales. Son espacios que aprovechan la inercia térmica de la piedra para absorber calor durante el día y mantener una temperatura más templada durante la noche, unos espacios inteligentes de los que tenemos mucho que aprender.
Carecían de los eficientes sistemas de transporte y carga que hoy utilizamos. Así, conforme la distancia al pueblo se hacía más grande, crecía la necesidad de poseer un refugio donde poder pasar la noche y evitar así tener que hacer pesados viajes a la población. Los cucos que nos han dejado sembrados en el fértil valle de Enguera suponen ahora un importante legado.
Desde el punto de vista bioclimático, estas construcciones son eficientes para hacer frente al uso para el cual han sido levantadas: refugiarse de la fría noche. Evitan las molestas corrientes de aire y se construyen con el material que hay más a mano, la piedra caliza. Son así refugios económicos cuya construcción no requiere transportar materiales. Son espacios que aprovechan la inercia térmica de la piedra para absorber calor durante el día y mantener una temperatura más templada durante la noche, unos espacios inteligentes de los que tenemos mucho que aprender.
Bibliografía
CASTELLANO CASTILLO, Juan José. Los cucos de la sierra de Enguera . Informe de su inventario y restauración. Enguera (Valencia): Ayuntamiento de Enguera, 2001. ISBN: 84-923637-2-X.
LLINARES, J. LLOPIS, A. SANCHO, J. GÓMEZ, V. Térmica en la edificación. Valencia. Librería Politécnica, 2000.
ISBN: 84-931209-2-8.
SERRA, Rafael. Arquitectura y climas. Gustavo Gili, 2002. ISBN: 978842517678.
LLINARES, J. LLOPIS, A. SANCHO, J. GÓMEZ, V. Térmica en la edificación. Valencia. Librería Politécnica, 2000.
ISBN: 84-931209-2-8.
SERRA, Rafael. Arquitectura y climas. Gustavo Gili, 2002. ISBN: 978842517678.